Suelos hidráulicos, un material siempre al día

Porque destilan personalidad propia y han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas modas. Porque potencian el diseño y el dinamismo de cualquier espacio y combinan bien con otras texturas, con otros materiales. Porque han sabido añadir resistencia y durabilidad a una estética inconfundible. Por muchos motivos, los suelos hidráulicos siguen ganando adeptos y ocupando un lugar muy importante en proyectos de todo tipo.

Hoy queremos hablaros de una tendencia imparable en el mundo del interiorismo. Os invitamos a descubrir su origen y a conocer por qué los azulejos hidráulicos son, hoy en día, una poderosa herramienta de diseño al servicio de arquitectos e interioristas.

Suelos hidráulicos antiguos: un poco de historia

Comencemos por el principio. Los suelos hidráulicos antiguos tienen origen en el sur de Francia a mediados del siglo XIX. Fue Ardèche Étienne Larmande, un contratista francés de obra pública, quien ideó un pavimento más económico que los de la época (sobre todo mármol y piedra natural) y que se popularizó rápidamente. El material, conocido inicialmente como baldosa de mosaico o mosaico hidráulico, se componía de cemento y pigmento que se consolida a través del uso de una prensa hidráulica.

Su uso se extendió rápidamente a otros países como España y es que su revolución fue tanto estética como industrial. El mosaico hidráulico no necesitaba cocción, por lo que se trataba de un material más económico. Su estética sedujo a personalidades como Gaudí y se convirtió en un habitual de los hogares españoles hasta la década de los 60.

Un material para el siglo XXI

Si hay un material que ha contribuido al renacer de los suelos hidráulicos ese es el gres porcelánico. Por un lado, gracias a las innovaciones constantes en los procesos de fabricación, que han dado lugar a un material cada vez más versátil y resistente. Y por otro, gracias a una apuesta por el diseño que ha permitido renovar la estética vintage con patrones florales o geométricos actuales. En definitiva, hablar de pavimento hidráulico es hablar, hoy en día, de un material para todo y adaptado a nuestros usos y necesidades.

Dónde instalar los pavimentos hidráulicos

Los pavimentos actuales cuentan con las ventajas y con la versatilidad propia del azulejo porcelánico, por lo que han roto con una de las limitaciones de los suelos hidráulicos antiguos. Además de en espacios como el salón o el dormitorio, el porcelánico tipo mosaico puede llenar de encanto vintage hasta las estancias más exigentes. 

Suelos hidráulicos de cocina

Los suelos hidráulicos de cocina son una apuesta segura para diseñar un espacio de estilo retro tan encantador como funcional. Una de las ventajas del porcelánico es su facilidad de limpieza y mantenimiento, algo fundamental en un espacio en el que el derrame de líquidos y las salpicaduras son habituales. Además, tienen cabida en todo tipo de cocinas, como ya os contábamos en este artículo.

Azulejos hidráulicos en baños

Los cuartos de baño decorados con suelos tipo hidráulico son, sin duda, todo un acierto. De nuevo, el gres porcelánico cumple con todos los requisitos que demanda un espacio tan exigente. A la resistencia a los cambios de temperatura y a los golpes o a su nula porosidad y bajo mantenimiento se añade el extra de seguridad que ofrece el acabado antideslizante.

La elección del pavimento dependerá del tamaño y de la estética global del espacio. En el catálogo de Apavisa existen opciones más clásicas, como la colección Hydraulic, y otras más contemporáneas que juegan con las formas geométricas. Es el caso de 4ever o Cube.

Terrazas con personalidad propia

Los pavimentos hidráulicos modernos no son, ni mucho menos, exclusivos de las zonas interiores. Hoy en día es posible dar rienda suelta a la imaginación y potenciar el diseño de terrazas o balcones con los patrones y motivos propios de este tipo de baldosa porcelánica exterior.

Colecciones como Senso o North amplían los usos en los espacios exteriores gracias a sus 2cm de espesor y acabado antideslizante.

¿Cómo combinar el pavimento hidráulico?

Una de las grandes ventajas de los pavimentos hidráulicos es, sin duda, su capacidad para combinar con otras texturas y materiales. Y es que, gracias a su poder decorativo, los azulejos tipo mosaico pueden emplearse para pavimentar toda una estancia o bien para resaltar una zona determinada. Hablamos, por ejemplo, de la zona de comedor en un salón-comedor, del área que rodea la isla en una cocina. No obstante, también permite delimitar diferentes estancias y jugar con las transiciones de suelo en una cocina abierta al salón o en un baño integrado en el dormitorio principal.

En definitiva, el único límite es la imaginación. Y por eso, desde Apavisa os animamos a jugar con los contrastes y a combinar aspectos y texturas para lograr un resultado final más dinámico. Vemos algunos de los aspectos que mejor combinan con los azulejos hidráulicos.

Porcelánico efecto madera

Una combinación ganadora para potenciar aún más la estética vintage del proyecto. La suave textura y el realismo del azulejo porcelánico imitación madera se adapta como anillo al dedo a la personalidad desenfadada de los suelos hidráulicos. 

Esta combinación es habitual en el hogar. Por ejemplo, podemos diseñar una ‘alfombra hidráulica’ en salones y pasillos. En el caso de baños y cocinas es habitual utilizar el pavimento tipo mosaico en las zonas próximas a la ducha, al lavabo o la encimera. Esto se debe a que la madera es un material muy sensible al agua. Aunque el gres porcelánico supera estas limitaciones, la estética se mantiene vigente. 

Porcelánico efecto cemento

El diseño de los azulejos hidráulicos y la textura del pavimento efecto cemento son aliados naturales. Y es que, como comentábamos al principio del artículo, las baldosas hidráulicas antiguas se componían de cemento pigmentado.

Apostar por esta combinación es hacerlo por el contraste, entre los cromatismos neutros y los colores vivos, entre la textura reposada del cemento y los juegos ópticos de las baldosas decorativas. Esta combinación es habitual en espacios contract. Por ejemplo, en un restaurante podemos utilizar los suelos hidráulicos para delimitar la zona de la barra o en el hall de un hotel, para destacar el mostrador o una zona de descanso.

En definitiva, los suelos hidráulicos han sabido, como pocos materiales, adaptarse al paso del tiempo y resurgir con fuerza hasta convertirse en una tendencia fundamental del diseño de interiores durante la última década.